Asombrarme con el descubrimiento y autoconocimiento de quienes me rodean, me anima a escribir sobre ello, pues todos tienen en común fases, roles o características de su personalidad que venían siendo escondidas por los diferentes roles asumidos sociales, culturales y familiares durante el tiempo suficiente como para quedar boquiabiertos con el descubrimiento.
Reflexionemos entonces, sobre los talentos escondidos: muchas personas, y me incluyo, no conocen todas las cualidades, dones o características que además poseen y no ponen en practica por absoluto desconocimiento.
Pero, si por un caso fortuito, o por un, llamemoslo "golpe de vida" saliesen a la luz, y todas estas personas descubriesen con gran estupor que están en grado de hacerlas emerger, para gestionarlas y conseguir vivir la vida de una forma mas alegre y placentera, todos iríamos detrás de estos golpes cómo quién va buscando un tesoro en la base del arcoiris.
Sabemos bien que no tenemos límites, sino solo aquellos que creemos tener, y para descubrir nuestros talentos ocultos tendemos a creer que es necesario vivir una fuerte experiencia, o sufrir como condenados, o no hacer nada, tanto, nadie nos acompaño en este descubrimiento y aceptar sin remedio, que la vida se nos presenta de esta forma porque es así como la merecemos o como la hemos encontrado.
Sin embargo, solo hace falta un pequeño pero significativo gesto de amor hacia nosotros mismos y parar por unos instantes nuestra agetreada rutina con la finalidad de escuchar lo que hay dentro de nosotros y conseguir que ese talento o fin escondido salga a la luz como un germen en la tierra dispuesto a florecer.
Cómo todo, ya sabemos que es una elección. La cuestión es saber si estás dispuesto a tomarla.