martes, 14 de septiembre de 2010

Esto es como una montaña rusa

Las olas del mar golpean en la arena dorada y caliente por el sol, estoy tumbada con los ojos cerrados, prestando antención a todo aquello que escucho, la brisa, el agua, mi corazón.

Millones de palabras brotan desde mi inerior, y no encuentro sosiego, no encuentro paz, no encuentro silencio. Intento estar conciente y atenta para no perderme en el mar, y al mismo tiempo deseo que me ebulla y me trague hasta que deje de respirar, fundirme en el, mar sobrio, inmenso...

Abro los ojos, me incorporo, mi piel arenosa y suave me hace esbozar una media sonrisa y emprendo de nuevo el camino de regreso, que puedo hacer sino afrontar mi miedo, que puedo hacer, sino dejar de pensar, que puedo hacer, sino dejar de compadecerme.

Puedo estar por un momento deseando desapecer, pero es solo un momento.

El tiempo presente, aplasta, te despierta y te hace recordar que eres un ser humano, fabuloso.

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