Hace unos años, cuando aún estaba en la Universidad, una amiga escribió en un cuaderno: "sigue siendo tan transparente como hasta ahora", le di las gracias y me senti contenta, en ese momento no me detuve a pensar sobre lo que queria decirme, hasta ahora.
Si entendemos que la transparencia es una propiedad optica de la materia, podemos usar la definicion analogicamente a nuestro ser. En teoria la transparencia deja pasar la luz, lo que significaría que un ser humano es un ser de luz que esta protegido por una pelicula que hace que se vea traslucido u opaco. Pero nos olvidamos fácilmente que nunca deja de ser transparente.
La cuestión radica en saber hasta que punto nosotros como seres de luz, podemos dejar ver, a nosotros mismos, nuestro nivel de transparencia. Mirarnos al espejo sin velos en los ojos, escuchar nuestro cuerpo, respetarlo, y ver a los demas acallando nuestro dialogo interior, nos conduciría a la armonia y libertad tan anhelada por el ser humano y en consecuencia, la luz se proyectaria al exterior dejando ver lo maravillosos que somos.
Supongo que mi amiga se referia a la sinceridad y la incondicionalidad como barometros de amistad, pero sus palabras llevaban mas profundidad y ahora que he quitado un velo de mis ojos, me doy cuenta de ello.
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